top of page
Buscar
  • Foto del escritorFernando Helguera

NUESTRA CHINGONERIA

Actualizado: 6 sept 2020

El que se lleva se aguanta.

Vengo regresando del supermercado donde, durante semanas, no hubo cerveza por no ser su producción una actividad tan esencial como la producción de refrescos y comida chatarra. Me encontré con una bebida que, dado su bajo contenido de alcohol, no se considera cerveza pero lo es. Sobre una lata negra, su nombre dice que es una bebida muy chingona. Saben hacer negocio.


Consideremos dos cosas: uno, la mente de los mexicanos es territorio nacional; dos, si no existieran los mexicanos, por excelente que algo o alguien fuera, no podría ser chingón; cabe decir entonces, que la chingonería sólo existe en México. Ahora ¿qué significa en realidad ser chingón?


Hasta hace poco era grosero el uso de esta palabra en los medios de comunicación “serios”, “cultos”, y “confiables”, pero a raíz de ser usada por un futbolista con apodo de leguminosa insignificante, la sociedad la recibió como una forma de empoderamiento. Dejamos salir al “pelado” que todos tenemos dentro, liberándonos un poco del deber ser inculcado por la sociedad puritana.


Así como los fabricantes de cerveza, muchas marcas usan hoy esta palabra para hacer publicidad de tono juvenil y rebelde (ellos pomposa y huecamente le llaman “disruptiva” aunque, objetivamente, no esté rompiendo bruscamente con cosa alguna). Bien, se valen de una palabra para hacernos sentir bien chingones, por estar de acuerdo con su argumento y consumir sus productos. ¿Lo anterior es ser chingón? Quizás los empresarios que así hacen millones sí, pero no pareciera igual para aquellos que, por esto, se sienten libres de introducir la palabra en su hablar diario. Simplemente, parecen esclavos de otra forma (de otra moda) dictada por la publicidad.


También vemos videos que nos venden que los mexicanos somos chingones por el simple hecho de ser mexicanos, y haber sido sometidos a todo tipo de abusos e infortunios… pero no es lo mismo; una cosa es que toda chingonería o chingadera se encuentre en territorio nacional, y otra es que todo lo mexicano sea chingón… bueno quizás me equivoco y sí lo es. Si más de una vez he chingado a mi madre (no se puede negar que, varias veces en la vida, todo mexicano mayor a dos meses de edad ha sido mandado a tal actividad), entonces he sido chingón (chingador suena raro).


Incluso si somos chingaquedito podemos ser considerados como chingones, pues por más que chinguemos al prójimo, es tan de a poquito que no sufriremos consecuencias importantes. Esto nos deja ver que hay mucha sutileza en el gozar de la chingonería; por ejemplo, si gano un “Record Guinness” (México cuenta con más de dos mil, como los obtenidos por el coctel de mariscos y por la enchilada, más grandes del mundo) ¿soy un chingón o un chinguetas? ¿O en realidad soy medio menso por darle importancia a algo tan intrascendente, habiendo tanta hambre en el país?


Sería ingenuo de nuestra parte pretender que todo es color de rosa en torno a la chingonería mexicana, pues diariamente nos encontramos con escenarios en los que los poderes públicos o privados hacen de las suyas, abusan, mediante un chinguero de estrategias, que afectan a chingomil chorrocientos de nosotros. Claro, actuando en congruencia con nuestra característica evasiva ante cualquier tipo de responsabilidad, cuando somos víctimas y por miedo callamos, no hay mejor expresión liberadora que el famoso “¡Ah chingá, chingá, chingá!”. Nos damos por sorprendidos.


No encuentro otro término que nos dé tanta oportunidad emocional, expresiva, defensiva, creativa, y que además nos dote de tan fuerte identidad. Me pregunto si en otros países habrá palabras equivalentes, con tanta riqueza semántica, y con la ambigüedad que requiere un término que dé servicio a todas las incongruencias y necesidades humanas. Bien, ustedes perdonarán, pero se me acaba de ocurrir una chingonería que me va a dejar un buen dinerito para pasar la crisis del actual paro laboral obligado en nombre de la salud, así que me voy a la chingada de aquí.

121 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page